Hace exactamente once años, justo en medio de la resaca de la crisis de Lehman Brothers, resaca que duró varios meses y que arrastró a las bolsas mundiales y a todos los mercados financieros a una situación semejante a la que ahora, a causa del coronavirus, estamos viviendo, publiqué en este mismo diario un artículo titulado “Ahora sí. Ahora”, en el que pronosticaba que no tardarían mucho los mercados en recuperarse y en volver a alcanzar el potencial que tenían antes de la crisis. Y así ocurrió, ya que, durante los once años siguientes, hemos vivido subidas generalizadas de las bolsas.
Sin embargo, quisiera recalcar las profundas diferencias entre aquel momento y el de ahora:
Hoy el nivel de endeudamiento medio de las empresas ha disminuido drásticamente, al tiempo que lo ha hecho también el nivel de los tipos de interés. Es decir, las empresas hoy están en una mejor situación financiera, con unos balances mucho más sólidos que entonces.
Y que los números no nos engañen: si, por ejemplo, la caída de precios en las bolsas acaba en un 50%, volver a la situación inicial significará un alza del 100% ¿Qué preferimos?: ¿consolidar una pérdida patrimonial del 50% o aprovechar un alza del 100%?
Y mi última recomendación: como nadie, repito, nadie, sabe cuándo empezará la recuperación de los mercados, lo ideal es que quien pueda y tenga la posibilidad de aprovechar esa segura recuperación, lo haga invirtiendo de manera periódica a lo largo de los próximos meses. Invertir una parte de sus ahorros disponibles, cada mes, durante tres o cuatro meses, para promediar, porque nadie sabe ni cuándo será el momento más bajo ni cuándo arrancará el tren. Y para los que no puedan invertir más, pero ya estén invertidos, la única recomendación es que no formen parte de los que huyen malvendiendo y, en consecuencia, consolidando una importante pérdida en su patrimonio.
Mejor esperar a la próxima estación que saltar del tren en marcha.
Artículo original
https://www.lavanguardia.com/economia/20200401/48233327961/la-historia-se-repite.html
Artículo «Ahora sí, ahora» del 2.009
